viernes, 26 de julio de 2013

Soldado de asfalto

LA COLUMNA DEL VIERNES


Soldado de Asfalto

 

Algunos tenemos un amigo que se llama Álvaro. Podría ser otra cosa y serlo bien, pero tanta realidad pudo con él y ahora sus sueños le han llevado a su sueño: la música.

Con la ayuda de muchos ha conseguido grabar su disco.

Ya lo tiene, La Boca del Dragón es su deseada obra. Oye, y está bien, yo diría que muy bien. Buenos versos, buena música…

Yo creo que Álvaro lo va a conseguir, estoy seguro.

 

En la gran edad en la que todo puede funcionar, en la quese exige que lo importante  funcione, el recorrido entre el amor y la frustración marca pautas cruciales para la poesía, son pautas extrañas, abstractas, dolorosas en la mayoría de los casos. Absoluta impotencia para quienes no tienen el escape de la expresión artística. ¿Quién no sabe eso?.

Pero Álvaro anda sobrado de capacidad para encontrar el respiradero. A golpe de boli y guitarra le va saliendo la sangre hacia fuera, y la fue cantando muchas veces solo en su habitación, otras muchas con alguien, luego el grupo de amigos para poder atreverse a cantarlas en las calles y los locales de Toledo.

 

Ahora ya es un disco de ocho pistas que comienza con un grito a la ilusión románticaasumiendo los ruidos en la melodía, de los perfectos soldados de asfalto que nadie puede tumbar, ni siquiera en un loco viaje de Zarauz a Peniches buscando la sirena en el aire limpio de playa, aunque haya que buscarla un día y el otro y el otro. Se fue la sirena, como se fue aquella por la que  estaba dispuesto a renunciar a la felicidad con tal de estar a su lado.

 

Allí, en la calle Trinidad, sus prisas y tu dolor. Ni  suficiente tiempo ni suficiente tristeza para acabar  la canción…¿Es el amor dolido el fuego, o es el espíritu quebrado la propia Boca del Dragón?

Da igual, en cualquier caso la tormenta sin viento, el perdón sin olvido nos vuelve a dejar jodidos. Vuelve el invierno, el polvo del desierto invernal. Y es que nada es posible si amenaza con irse, la última esperanza, ese increíble beso de amor y sed haciendo temblar la tierra. Se soltará y quedarán otra vez las noches vacías, esos techos eternos….

 

Son sus letras que yo aquí me atrevo a manipular buscando esa conexión poética que cubre todo el disco. Espero que disculpe mi atrevimiento.

En cualquier caso yo vuelvo a la Revolución del amor, al “prohibido asustarse” de Soldados de Asfalto. Que sabio. Hemos venido a luchar y no podemos tener miedo al mundo cambiante.

Ni en el amor, ni en nada. No hay historias, hay una sola, la de cada uno. Los puntos y a parte son finales y comienzos de la misma historia.

 

Algunos tenemos un amigo que se llama Alvaro. Es unode nuestros sueños que le vaya bien. Y este tiene que cumplirse.

Triunfa Alvaro, comete esta mierda y triunfa. Y no te olvides de los viejos, de los que quedamos y de los que se fueron.

 

Ricardo Garanda R.

(@rgarciaaranda)

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