martes, 24 de diciembre de 2013

¿Por qué narices me felicitáis las fiestas?

UN CORTO DE RICARDO.

¿Por qué narices me felicitáis las fiestas?

Vamos a ver, no pretendo ser borde, ni snob, ni descortés, ni antipático. Aunque si lo parezco tampoco me importa.

Entiendo perfectamente la buenísima intención de todo aquel y toda aquella que lo hace. Pero no lo entiendo. Al menos no lo entiendo en la mayoría de los casos.


Tengo algunos familiares y algún amigo que son practicantes en esto de la religión y sus ritos. Es asumible que estos días, con su fervorosa alegría se dediquen a repartir felicitaciones por doquier sin valorar quien está en el rollo y quién no. Pero lo sorprendente es que me llegan montón de felicitaciones de amigos y amigas, de alma o de red, que son tan anti-rito-eclesial como yo (más no).
Y esto de las navidades, año nuevo y reyes magos, forma parte de una repetida película cuyos guionistas, directores y productores son los mismos que nos quieren imponer la ley que resta la libertad a nuestras mujeres en un tema que, cuándo se presenta, seguramente será la cosa más importante de sus vidas.

Esa Iglesia arcaica, retrograda,  que pide venganza por los avances conseguidos en contra de sus doctrinas universales. Esa Iglesia que juega más al poder en la tierra que al divino, que, al fin y al cabo, no controlan y no les aporta nada personal. Esa Iglesia que envía a sus “meapilas”, bien pertrechados, a dominar esas políticas terrenales, igual en dictaduras que en democracias.

No quiero formar parte de este montaje. No quiero ser cómplice de esta alegría ficticia. No quiero que me felicitéis estas fiestas. Yo no lo haré.

Ricardo Garanda Rojas
@rgaciaaranda

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