lunes, 10 de febrero de 2014

Tengo que prohibir los amaneceres...

UN CORTO DE RICARDO



Él no pudo evitarlo. Todo lo que leía en las redes le cabreaba. Repetía por los rincones: ¡Hay que hacer algo!, ¡hay que hacer algo!, ¡hay que hacer algo!


Un grupo de africanos,  en busca de vida, mueren en el océano alambrado. Un grupo de manifestantes son puestos de rodillas de cara a la pared, en la calle, por un comando de románticos del fascio con uniforme y placa. Un Ministro se empeña en introducir crucifijos en los órganos de reproducción femeninos mientras su Vaticano se queja de una ONU que les trata fatal, no dejándoles ni esconder a sus pederastas preferidos. 

Buenas intenciones tenía Ramiro. Pero ya se estaba cansando de apoyar las causas a base de firmas. Estaba decidido a hacer algo más ¡Hay que hacer algo!.....

Gobernantes que no se saben explicar,  porque no saben cómo se puede explicar. Una mujer con su hijo enfermo a la calle. Otra niña a la que niegan su derecho a respirar, ¿Derecho?  Jueces que sólo pueden darles la razón o se equivocan. Y los currantes a la calle, porque si, porque quien decide quiere ganar más (a la mierda la coca-cola, es preferible la cola-loca de un homosexual en el Kremlin).

Ramiro lleva ya varios años diciendo que mañana, sin falta, hace algo. Él siempre tuvo grandes y heroicas intenciones: En cuanto salga el sol mañana salgo a la calle y…

Pero al día siguiente el Sol no salió. Ni al otro, ni al otro. No ha vuelto a salir.

EL QUE NOS MANDA Y DIRIGE HA DECIDIDO QUE EL SOL NO SALGA MÁS. 

Sus razones tendrá.

Ricardo Garanda Rojas 
(@rgarciaaranda)

(Postdata:- ¡Joder!, ésta viñeta de Idigoras y Pachi ha conseguido ponerme nervioso)

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