lunes, 21 de julio de 2014

El mejor día de su vida

MAS DE CIEN PALABRAS Y UNA MIRADA

El mejor día de su vida





Aquel día empezaba con un largo viaje. Si algo o alguien no lo remediaba sería otro tedioso día acompañando a sus padres. Iba a conocer un lugar del que no había oido hablar antes, y donde no sabía con que iba a encontrarse.

Esas vacaciones eran raras. En lugar de ir a la playa como todos los años, habian huido hacia el interior,  a  perderse entre campos plagados de alpacas de paja como mudos testigos de lo que antes habia sido un campo de cereal, y viñedos mostrando entre las pámpanas el anuncio de la ya próxima cosecha.

El calor era excesivo, y aunque no le era desconocido, terminaba por componer el paisaje de unas vacaciones extrañas, distintas. El primer alto en el camino empezó a ser el anuncio de lo que vendría después. Tras las paredes de un viejo castillo, apareció un reflejo verde turquesa que rompió el color pardo y amarillento de las rocas. A partir de allí ya no lo perdería de vista.

En la siguiente parada, una gran catarata hacía las veces de entrada a un nuevo paisaje, y aquellos ojos del color del cielo se volvieron verdes al contemplar el agua cristalina, corriendo llanura abajo.

En cuanto descubrió un grupo de patos con sus polluelos recién nacidos flotando sobre aquellas aguas limpias y transparentes, una mirada de súplica bastó para conseguir el permiso paterno para disfrutar nadando entre aquellas aves que estaban acostumbradas a compartir su espacio con chicos como él.

Pero el día no había hecho nada mas que comenzar....

A lo largo de aquel paraiso encontró y disfrutó de rincones donde los niños son lo que son y los que no son niños se comportan como tal. Saltos, toboganes, cascadas, nadar entre las carpas, ver los cangrejos....

Fuera de aquel lugar, el sol seguía siendo implacable con la llanura donde la sombra era un bien más preciado que el oro. Allí la vegetación completaba el oasis de verdor donde toda la familia se olvidaba de todo. O de casi todo lo que no fuera disfrutar de la magia de la naturaleza en todo su esplendor.

Cuando la noche comenzaba a tornar los dorados del atardecer en reflejos azulados, miró a los ojos casi transparentes de su padre y le dijo.... -"Ha sido el mejor día de mi vida..."

 Y con una inmensa sonrisa en su mirada, afrontó feliz, dichoso y cansado el viaje de vuelta.

Definitivamente, aquel día había sido el mejor de su vida....


JLROMERO

@romerojl




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