viernes, 2 de enero de 2015

El Mal Gusto Estético de las Instituciones



LA COLUMNA DE LOS VIERNES

El Mal Gusto Estético de las Instituciones


Hace años ya, cuándo la justificada euforia de la democratización de los municipios españoles, ganados, muchos de ellos, por aquella añorada alianza entre el PCE, el PSOE y gentes amigas de los movimientos vecinales y sociales que se llamó “Candidatos por la Democracia”  desde la que se aportaba una fuerza renovadora de izquierdas impresionante. …

Que no quería yo ir por ahí hoy, siempre contando historias.


Lo cierto es que de aquella época tengo buenos recuerdos, pero no todos. Ocurrió algo que no he dejado de reprochar en toda mi vida. Dio igual que el Ayuntamiento fuera gobernado por la derecha o por la izquierda, por “Candidatos” o por UCD, por partidos de izquierdas no aliados, o por AP. Hubo una cosa en común: la destrucción de todas las plazas de España.


Como si se hubiese implantado una asignatura mal entendida sobre la estética urbana, por doquier las plazas de los distintos pueblos y ciudades del País se pusieron en obras. Ala, a la faena. En el norte y en el sur, al lado de Portugal y en la costa mediterránea, los Plenos municipales Vascos, Catalanes, Gallegos, Andaluces, Manchegos….Todos, decidieron que las plazas con árboles, piedras y bancos de obra era una cosa del profundo franquismo y había que modernizarse. La mayoría de las fuentes al carajo, y hasta gran parte de los Quioscos de música desaparecieron.


No quiero ser atrevido, supongo que en algunos sitios mejorarían, pero en la mayoría…Arboles fuera, suelos con baldosas, pérgolas de diseño, lámparas iluminando al cielo. Y un resultado global “francamente” letal en cuánto a estética se refiere.  En algunos municipios les gustó y repitieron obras pocos años después para terminar de cargarse lo que aún hubiese quedado.


De unos años para acá, sin ser tan grave porque en éste caso es reversible, está ocurriendo otro horroroso  fenómeno que me tiene muy descolocado. Todos los años, cuándo se acercan las fiestas navideñas, las instituciones municipales, en lo que parece una frenética competición de estética modernista, deciden taparnos, si, digo bien, taparnos las magníficas fachadas de los edificios históricamente artísticos que tenemos en nuestras ciudades, con horrorosas composiciones lumínicas que, con mucha frecuencia, te hace mirar para otro lado (tal vez para no quedarte ciego ante la fealdad o histérico profundo ante el atentado).


Me temo que podríamos poner tantos ejemplos como poblaciones con gobierno municipal hay, pero os paso una foto que hice en una preciosa población del sur de Salamanca, Ciudad Rodrigo.



 En ésta foto se observa lo “mejorada” que queda ésta magnífica fachada Renacentista del edificio sede de su Casa Consistorial. Y todos habréis visto en vuestra plaza, o en una ajena, ésos originales conos con miles de lucecitas led que tratan de hacernos creer que se asemejan a uno de los magníficos árboles que de verdad podríamos haber disfrutado si el concepto ancestral del mal gusto institucional no se los hubiese cargado hace años. 

En fin, hay cosas que la Democracia no mejoró.



Plaza Mayor de Valladolid



Ricardo Garanda Rojas

 (@rgarciaaranda)

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