lunes, 15 de junio de 2015

Una de setas


Tengo que confesar que gastronómicamente no me gustan nada las setas y los hongos. Por ese motivo soy un total profano en la catalogación y la identificación micológica. Pero ello no quita que no sepa apreciar su belleza natural.





Incluso entre las briznas de hierba del cesped surgen pequeños sombreritos gracias a la humedad que reporta el riego.


O en los troncos cortados de los árboles, donde la frescura de la umbría de sus hermanos, unido a la savia que aún rezuma por la madera, hace que las esporas fructifiquen por doquier.


Los sombreretes abiertos hacia arriba hacen imaginar a seres diminutos refugiados bajos los filamentos de las setas, entre la humeda frescura de la tierra blanda, fresca y fértil.




Hasta aquí este paseo por el reino de los hongos. Si te ha gustado, te espero de nuevo cualquier lunes de estos para compartir otro ratito. Gracias....

JLROMERO

@romerojl

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