viernes, 23 de febrero de 2018

Pesadilla en Zocodover (II) "El Congreso"


                                    

     Una idea anda suelta
por los pasillos
del templo que las almacena
pidiendo socorro
para buscar su espacio
lejos del silencio que las condena
…/…


Cuándo se va por primera vez a un Congreso clásico, de algún partido político, un sindicato o cualquier otra organización social, resultan raras muchas cosas. No es la vida cotidiana mismamente, en todo caso una concentración, una esencia en frasco pequeño de nuestros comportamientos normales de los días normales. Y eso resulta a veces un tanto extraño.

En el libro de Relatos “Pesadilla en Zocodover” (terminará siendo una verdadera pesadilla el propio título) nos vamos a ir de Congreso en uno de sus capítulos. Nos vamos a situar, por primera vez en la vida, en un Congreso estándar, al uso, de los que están acostumbrados quienes están acostumbrados a asistir a este tipo de eventos, esos que se mueven como pez en el agua en “el Plenario” “las comisiones”, “las delegaciones” etc…Para los demás, es decir, para quienes asisten a su primer Congreso ya les hubiera venido bien que alguien les hubiese facilitado un libro de instrucciones.

jueves, 15 de febrero de 2018

Pesadilla En Zocodover (I)




Ricardo Garanda(@rgarciaaranda)

Sois capaces de imaginaros que un día os levantáis, pasáis por la plaza de Sant Jaume, de Barcelona, o por la del Pilar de Zaragoza o Ciudad Real, o por esa otra Redonda de Valencia, La Alameda de Sevilla, Maiona de Bilbao o la Puerta del Sol de Madrid y os la encontráis llena de migrantes, pero llena, llena de verdad, muchos miles, cientos de miles de exiliados, hombres mujeres y niños allí, mirándote según pasas, esperando que alguien diga algo, que alguien proponga alguna solución a su parálisis vital. Esperando que alguien como tú les mire a los ojos y diga alguna cosa que les anime a pensar que sus vidas pueden ser posibles algún día. Porque ahora ellos saben que no lo son.

viernes, 9 de febrero de 2018

¿Ley o Pacto?


Ricardo G-aranda (@rgarciaaranda)


Es difícil cambiar la ley electoral, porque estos intentos de cambio suelen obedecer a cuentas especialmente beneficiosas para quien los propone y esto es como la historia de la manta, si te tapas el cuello se quedan los pies al aire, no hay manta para todos. Pero, al menos, por fin parece que Podemos ha comprendido que no es malo en democracia ponerte de acuerdo con tu fuerza parlamentaria antagónica para intentar salvaguardar intereses que a ambos les parezcan relevantes. Cuándo el PSOE quiso hacer algo parecido eran unos traidores a la izquierda.
¿No es lo mismo? Miren ustedes, con aquel acuerdo que el PSOE propuso a Ciudadanos y Podemos pretendía gobernar desplazando al Partido Popular. Con la posibilidad de modificar la ley electoral, Podemos quiere facilitarse un camino al gobierno. Es lo que busca, ¿qué otra cosa si no?. Y es lícito, muy lícito, pero siempre.

domingo, 4 de febrero de 2018

Escribir

Ricardo Garanda (rgarciaaranda)


Esta semana, la columna de los Viernes por la mañana nace el Sábado por la noche, ya casi el domingo. Eso sí nace, porque me estoy poniendo con ello y aún me queda todo. A veces ni el escritor escribe, algo que es, como mínimo tan grave como si el lector no leyera.


Los dos últimos libros que he leído son del mismo autor, Haruki Murakami.  Alguien me trajo “De que hablo cuando hablo de escribir”, no sé si tomarme el regalo a bien o con recelo. Despertado mi interés, encontré en mi estantería “Sputnik, mi amor”. Creo que voy a leerme bastantes más de este autor.