viernes, 25 de mayo de 2018

El Loco de Ismael: La Llave.


 Ricardo G-Aranda (@rgarciaaranda)



Cuando Ismael se planteó escribir un libro en prosa, dónde normalmente has de sacar todos tus pensamientos, no como en la poesía que puedes guardarte lo que quieras y “allá cada uno”, pensó que no iba a saber poner orden a todo lo que tenía en su biológico “disco duro”.  Era un círculo vicioso, porque precisamente esa era la principal razón de querer escribir sus relatos, tratar de poner un poco de orden en ese trastero.

Necesitó a su Loco y un sitio en el que pudieran tener largas conversaciones sin que el resto de la gente les mirara raros. Que tampoco sé muy bien por qué hemos de hacerlo, al fin y al cabo yo creo que todo el mundo tiene su loco. Tal vez la única causa de alteración depende de si hablas con él en voz alta o de manera más discreta, para adentro.

sábado, 19 de mayo de 2018

El Aguila al que se le quebró el ala.


Ricardo G-Aranda Rojas (@rgarciaaranda)


Mi vida aterriza
en una playa solitaria,
ya no puedo volar
porque se me murieron las alas.

Que solo está el hombre solo
por la calle, solo,
en los caminos solo,
en el puerto, en la playa,
solo en la taberna
rodeado de gentes.
Que solo está el hombre solo
y sin alas.


Ella no quería volar muy alto, pero los y las que la conocíamos teníamos que mirar para arriba siempre que queríamos buscarla. Una herida en el ala la obligó a estar más tiempo en tierra de lo que ella y nosotros hubiésemos deseado. Y ya no pudo volar más…

viernes, 11 de mayo de 2018

Cruzando el hielo


Ricardo G-Aranda  (@rgarciaaranda)


Para acompañar al relato de “Cruzando el Hielo”, perteneciente a “Pesadilla en Zocodover…”,  elegí un poema que tiempo atrás dediqué a mi amigo José Luis y a su afición a la fotografía: “Inexistencia”. Sus versos van de la decepción que produce cuándo al ver la fotografía de algo que recuerdas como un gran momento, sientes cierta frialdad, el recuerdo te indica que hubo un nivel de emoción y entusiasmo que de ninguna manera encuentras en ese momento en el que tratas de recuperarlo a través de esa imagen.

viernes, 4 de mayo de 2018

Rosa y su hijo: la decisión final.


Ricardo G-Aranda Rojas (@rgarciaaranda)

Yo no creo que se puedan aplicar valores absolutos a cuestiones que dependan de la voluntad y decisión racional de las personas. El desarrollo de la vida humana tiene mucho que ver con las matemáticas, pero no son matemáticas. Y aunque lo fuese, aún en la ciencia hay muchos valores que de ninguna manera son indiscutibles y siempre iguales. Como en la propia vida humana, en la ciencia también muchos resultados dependen de variables con frecuencia impredecibles y distintas según la interferencia del resto de ellas.